La comunicación carece de profundidad y atractivo, lo que no contribuye a construir relaciones comunitarias significativas. La transparencia y el diálogo sincero brillan por su ausencia, lo que hace que los usuarios se sientan alienados y pierdan el interés. El ambiente general es aburrido, carece del efecto estimulante de la inspiración que brinda una comunidad sólida y un espíritu participativo.